Se trata de la historia de un coche patrulla de la Policía española, durante una noche cualquiera de servicio. A uno de los inspectores que lo ocupan, Andrés Martín, hace unos meses un coche, que se dio a la fuga, le mató a su hija. Se inicia el servicio del coche patrulla Z-10 durante la noche, atendiendo a varias llamadas urgentes. Una es la desaparición de una menor que, acompañada de una amiga, creen que dos "muchachos de buena familia" las van a hacer bailar en un ballet. Pero ellos, después de intentar abusar de ellas, las golpean brutalmente y las abandonan. Una de ellas es reintegrada a su casa y la otra al Instituto de Protección de la Mujer. El siguiente caso es un atraco en el Palacio de los Deportes. Los atracadores han huido con la recaudación. El coche que atropelló a la hija del inspector Andrés Martín es localizado, y su dueño detenido. El Z-10 se dirige al lugar donde ha sido encontrado el coche, y el inspector se enfrenta violentamente con el atropellador, teniendo que ser separado por sus compañeros. Reciben la llamada de socorro de un empleado de una fábrica de las afueras, cuyo hijo necesita urgentemente, en diez minutos, un balón de oxígeno. Los policías consiguen el balón de oxígeno y llegan a tiempo de salvar al niño. Desde la emisora central se da orden a todos los coches para que se dirijan a Barajas, donde se ha localizado a los atracadores del Palacio de los Deportes. El Z-10 ya se dirigía al aeropuerto, puesto que el inspecto Andrés Martín ha recapacitado y va en busca de su mujer, que marchaba a Barcelona con sus padres. En el aeropuerto hay una gran persecución en las pistas, logrando detener a los atracadores. Andrés Martín es herido y su mujer le acompaña en la ambulancia.
Leer más >