Luli Pampín es uno de los personajes más queridos por los niños en Youtube, habiendo llegado a acumular muchos millones de reproducciones con sus canciones. Tras ese nombre artístico está Lucía Pérez Gerardi (32), una chica original de Mendoza, Argentina, quien recorrió un largo camino antes de convertirse en el referente de millones de niños de España e Hispanoamérica.
Con unas cifras que despertarían la envidia de cualquier artista internacional - siete discos, más de 11 millones de suscriptores en Youtube, entradas para sus conciertos que se agotan en cuestión de horas... - Lucía vive en Alicante, España, y hacía siete años que no pisaba su tierra, algo que solventó este verano en la que fue su primera gira por Argentina.
Lucía nació en Guaymallén, Mendoza, y es la segunda de cinco hermanos. Su gran referente durante su infancia era Xuxa, de la que le encantaban sus coreografías. Además le encantaban las canciones de María Elena Wash y las producciones infantiles argentinas de mediados de los 90 como Chiquititas y Cebollitas.

Su padre trabajaba en la industria petrolera, en YPF, algo que obligó a su familia a trasladarse durante tres años a la provincia de Salta con su exhuberante naturaleza. Sin embargo la situación económica empeoró y su padre decidió cruzar el charco y emigrar a España, con la esperanza de ahorrar lo suficiente con su trabajo en la hostelería para poder traerse a toda la familia.
Un año más tarde la familia consiguió reunirse de nuevo en Alicante. Lucía tenía entonces 12 años y, aunque reconoce que la gente era muy diferente, no le costó adaptarse a su nuevo país.
Las largas horas de trabajo de sus padres le obligaron a ayudar en el cuidado de sus hermanos pequeños. Sin embargo lo que despertaría definitivamente su amor por el mundo infantil sería la llegada de su hijo Mateo a los 25 años. Antes de eso Lucía llevaba siete años sirviendo en las Fuerzas Armadas en la sección de Artillería Antiaérea. Obligada a criar a su hijo en soledad, Lucía no sabía muy bien qué hacer y reconoce que pasó unos momentos muy complicados.
"Existieron muchas adversidades, en especial de tener que afrontar todo económicamente, de darme cuenta que estaba en el trabajo y no podía estar cuando mi hijo me necesitaba. Me daban unos días y mi hijo seguía enfermo, y no tenía con quién dejarlo. Decía ¿qué hago? Fueron muchas cosas que se juntaron en ese momento de sufrimiento, que al final fue algo positivo porque saqué conocerme a mí misma mejor y hacer algo que me permitiera estar al lado de mi hijo y me hiciera feliz y realizada como persona", explica Lucía.

Cuando vio que le empezaba a ir bien en Youtube, tras dos años sin conseguir apenas dinero de aquella actividad, Lucía dejó al fin el ejército y decidió apostarlo todo a su personaje de Luli Pampín.
Lucía recuerda con cariño aquellos primeros vídeos que hacía en Youtube:
"No tenía ni luces. Era todo amateur. Grababa al aire libre al sol y me pasaba que cuando me cambiaba se iba el sol. Después me compré la cámara, la tela, la luz… fue escalón por escalón. Mi primera caja musical fue de cartón que yo pinté. Al principio me ayudaba mi hermano con los videos. Después fui aprendiendo a editar, animar… Yo no sabía nada. Aprendí de mi hermano y de mirar tutoriales. Fue un trabajo de mucho aprendizaje".
El momento en que se dió cuenta de que iba a poder vivir de aquello fue el día en que vió a la primera niña vestida de Luli Pampín. Para mejorar sus vídeos estudió actuación y dió clases de canto.
"Lo que más me gusta de las cifras de Luli es que el público infantil es súper exigente. Para ellos no existe eso de dejar de fondo, si algo no les gusta piden quitarlo. Si les gusta, les gusta de verdad. Esas visitas son reales y eso me hace sentir muy orgullosa."
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